La primera piel es más que la zona membranosa más cercana al YO interior. El hombre encierra sus vivencias en el alma y con ella acarrea el trayecto en el tiempo de su existencia.
Hundertwasser decide aceptar esa su primera piel: “Como hijo único, me sentía responsable hacia los demás, quería demostrarles que sabía pensar, actuar, ser… mejor”. Al aceptar esos defectos, esa primera piel, aprende a aceptarse a sí mismo. Así llega a su principal descubrimiento: El camino a la felicidad en la belleza, en el mundo de lo orgánico y de lo elemental.
miércoles, 27 de junio de 2007
1era Piel: Epidermis
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