http://www.youtube.com/watch?v=QxUDPEA9bpM
En la hominidación hubo que renunciar al olfateo y al gusto, abandonar la nariz y la boca, en provecho de la visión y el oído, sentidos que magnifican el distanciamiento. Ya no se huele, ya no se saborea; se oye y se ve.
2 comentarios:
el oído es egoísta
..
y la mirada está cansada de tanto ruido. NI.
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